II encuentro de cargos públicos por la República

La JER convoca el II encuentro de cargos públicos por la República, que suponga un fuerte aldabonazo mediático, con contenido político y de compromiso reivindicativo por esta alternativa.

14 de Abril de 2014

Manifestación por la Tercera República, en todas las ciudadaes del Estado. No te olvides de consultar la más próxima a donde estés.

jueves, 20 de febrero de 2014

Propuesta de Carta Programática

1.- Introducción

La Junta estatal Republicana

• La Junta Estatal Republicana (JER), creada a nivel estatal en enero de 2012 con organizaciones, colectivos y personas, que se reclaman del republicanismo -con la implantación posterior de Juntas Locales que se vienen creando de forma paulatina por toda la geografía-, no pretende ser una organización republicana más, ni un medio a favor de ninguna opción política en particular, sino un referente político-social que actúe como instrumento para hacer posible de manera más efectiva un espacio de convergencia plural republicana.
• La JER no funciona con estructura vertical alguna de dirección ni organización sino con la requerida para que el conjunto del movimiento disponga de un referente básico de coordinación, movilización y reflexión, que permita una acción y presencia más efectivas en la construcción de la alternativa republicana.
• La JER trabaja por una estrategia colectiva en torno a un proyecto republicano de izquierdas por una REPÚBLICA FEDERAL, LAICA, PARTICIPATIVA Y SOLIDARIA, con claro componente social y respeto a la identidad de los pueblos y su derecho a decidir.
• La JER no pretende fijar de antemano para esta República contenidos tan de detalle o planteamientos de parte que dificulten la necesaria convergencia. El movimiento republicano convergente en la JER debe actuar con generosidad, aparcando diferencias o aspectos particulares que impidan fijar unos puntos mínimos de acuerdo programático y de acción para confrontar de forma común y efectiva con el régimen monárquico, sin menoscabo de la soberanía de las partes y del posicionamiento de detalle según el Proceso Constituyente se vaya desarrollando.
• La JER, como espacio político plural, no tiene voluntad de concurrencia electoral, ni por sí misma ni como componente de otras opciones, sino crear ciudadanía como objetivo principal en favor de la alternativa republicana. Ante el hecho electoral o cualquier actividad institucional relacionada, la JER presenta sus propuestas republicanas a aquellas organizaciones implicadas que estén interesadas en asumir su defensa, sin dar un apoyo explícito sino en los planteamientos que propugnamos, llamando a la ciudadanía en su favor.
• La JER impulsa un Proceso Constituyente Republicano que cuente con la más amplia participación y alianzas para: crear CONCIENCIA CÍVICA Y ARTICULACIÓN SOCIAL, elaborar CONTENIDOS PROGRAMÁTICOS y favorecer un PODER POLÍTICO CIUDADANO que combine la lucha institucional con la movilización social, exigiendo el DERECHO A DECIDIR sobre la forma de Estado.

La Carta Programática

• La Carta Programática de la JER refleja la propuesta republicana que defendemos, identificando los principios que la sustentan, sus contenidos básicos y los elementos de cómo poder alcanzarla. Para ello, la Carta, partiendo del análisis de la situación actual, concluye con la necesidad de una ruptura con el modelo salido de la transición y la apuesta de forma neta por un nuevo modelo en clave de República, definiendo los conceptos que la deben sustentar, los contenidos básicos de sus ejes programáticos y, finalmente, los principios y elementos dinamizadores que han de impulsar el Proceso Constituyente que ha de traer la República.
• Los contenidos de la Carta Programática así presentados conforman las Señas de identidad de la JER, bajo las que poder articular una convergencia plural republicana para la alternativa que propugnamos.

2.- La situación actual

Un régimen en crisis, con limitaciones y agotado

• La situación actual está sumando en la pobreza más absoluta, sin ningún tipo de contemplaciones, a la mayoría ciudadana en beneficio de una minoría, despojándola de sus derechos más básicos, a la vez que recortando libertades y cualquier elemento de participación democrática.
• Estamos en un fin de ciclo del modelo salido de la transición, con la crisis de un régimen monárquico, bipartidista, neoliberal y corrupto, que tiene serias limitaciones y carencias democráticas en su arquitectura constitucional y su legislación, además de estar agotado en su funcionamiento y en la capacidad de dar respuesta a las necesidades ciudadanas, incluso con claros incumplimientos de los aspectos más posibilistas de su Constitución.
• Porque los derechos sociales recogidos en la Constitución se han convertido en papel mojado. Así ocurre, entre otros, con el derecho al trabajo y el derecho a una vivienda digna, resultando un sarcasmo que a la vez se afirme que los poderes públicos realizarán una política orientada al pleno empleo y que impedirán la especulación del suelo, cuando la realidad es completamente diferente.
• Porque su bipartidismo, producto de una injusta ley electoral y una grave carencia de instrumentos de participación ciudadana, representan una misma orientación neoliberal que no puede ofrecer sino más vaciamiento democrático y clara desafección política.
• Por la ilegitimidad de origen de su monarquía, con un Jefe del Estado no elegido sino puesto por el dictador, como institución carente de los más elementales supuestos democráticos.
• Un régimen que de forma vergonzosa permite que permanezca sin resolver la impunidad del franquismo para con sus víctimas, negándoles la verdad, justicia y reparación.
• Con una administración de Justicia que no cumple con el derecho de todos a una justicia rápida, justa y efectiva, sino la desigualdad ante la ley, la impunidad y los indultos selectivos, y la ausencia de una separación real de poderes.
• Con una política educativa, en la cultura y en los medios de comunicación que no están orientadas al pleno desarrollo de las personas, la inteligencia y el disfrute, sino en crear súbditos mediatizados por un pensamiento uniforme en lugar de ciudadanos libres.
• Porque las reivindicaciones de los diferentes pueblos del Estado en su derecho a decidir en un marco de libre y mejor convivencia no encuentran encaje adecuado con el actual modelo autonómico.
• Porque la igualdad y las libertades democráticas y al derecho de opinión, expresión y manifestación están siendo seriamente limitadas y reprimidas.
• Por la existencia de poderes fácticos, en los medios de producción y servicios, en los poderes económicos, en las instituciones, en los medios de comunicación están condicionando de forma descarada la posibilidad de una sociedad más justa, libre, igual y solidaria.
• Porque la política exterior está sometida a los intereses de Estados Unidos, con el abandono del pueblo saharaui y palestino, la presencia de bases y la permanencia en la OTAN, los gastos militares, la colaboración en las guerras imperialistas de agresión contra Iraq, Afganistán, Libia, …. También con la limitación al ejercicio de la justicia universal en el campo internacional.
• Por el sometimiento y pérdida de soberanía económica y democrática que supone la pertenencia a una Unión Europea secuestrada por los intereses de los mercados y de las instituciones financieras y no de los ciudadanos.
• Porque su modelo económico es incapaz, por su propia naturaleza, de ofrecer una vida digna a los millones de trabajadores que están en desempleo, a los miles de ciudadanos que son desahuciados, a los jóvenes que trabajan en precario con sueldos y condiciones basura, a los jubilados que sobreviven a duras penas con pensiones de miseria,...
• Y si ello no fuera suficiente, el pacto bipartidista de modificar el artículo 135 de la Constitución, verdadero corsé contra una sociedad más justa y solidaria al priorizar los beneficios de los poderes económicos y financieros de una Unión Europea del capital sobre el gasto público en favor de la mayoría ciudadana.

Un sistema injusto

• Porque esta situación que sufre la mayoría ciudadana de nuestro país, de aplicación de políticas de reformas, recortes, quebrantamientos constitucionales y cambios legislativos que han dejado irreconocibles los rasgos más sociales y garantistas del marco jurídico formalmente existente, eliminan el “Estado social y democrático de Derecho” que la misma Constitución proclama y los derechos que la clase trabajadora arrancó con sus luchas durante la dictadura y tiempos posteriores.
• Este vaciamiento de derechos viene marcado por un modelo neoliberal en lo político y económico, y bipartidista en lo institucional, que resulta necesario para que el sistema incremente el poder y privilegios para unos pocos, aunque para ello realice actuaciones de “cambiar algo para que nada cambie”, que no afectan a la arquitectura constitucional existente, sino manteniendo la monarquía y legitimando la futura entronización en la persona del heredero de la Corona.
• Porque, es que además, esta crisis no es algo que afecte de forma particular a los puntos de agotamiento y limitación señalados, que también, sino que es mucho más. Es una crisis sistémica de un capitalismo que se está reconfigurando a través de una ofensiva conservadora contra la mayoría ciudadana, en un proceso continuado de pérdida de derechos y libertades, estableciendo nuevas reglas de juego donde poder seguir detentando los beneficios de un orden económico y “democrático” más a su favor. Por ello, los recortes de todo tipo que nos azotan no son puntuales o simplemente coyunturales que se revertirán “cuando pase la crisis” sino que han venido para quedarse ya que forman parte de toda una estrategia estructural, razón de más para que la confrontación y apuesta por un cambio de modelo sea una necesidad más acuciante, si cabe.
• Una ofensiva antisocial y autoritaria que tiene su muestra a nivel europeo, donde los poderes centrales dominan las instituciones y su funcionamiento y no representan sino los intereses de un capitalismo depredador en contra de la mayoría de los ciudadanos y los pueblos, aumentando las cotas de desigualdad, dominación y ausencia de solidaridad, valores republicanos que son conculcados por esta Unión Europea del capital y el mercado que es necesario cambiar.

Un nuevo modelo alternativo es necesario

• Estos y otros rechazables elementos imputables a este régimen, al sistema sobre el que cabalga y a las políticas que lo sustentan, son los que en opinión de la JER caracterizan la situación actual y la necesidad de reclamar una alternativa que no puede ser sino a través de una RUPTURA CON EL MODELO SURGIDO DE LA TRANSICIÓN y establecer un NUEVO MODELO DE ESTADO EN CLAVE DE REPÚBLICA.
• Una ruptura que, para ser tal, debe comportar la radicalidad en el discurso, las actitudes y la práctica política, denunciando en todas las instancias la arquitectura y funcionamiento institucional y político de un régimen que parte de la ilegalidad e impunidad del franquismo y la ilegitimidad monárquica.
• Porque es necesario apostar por crear una sociedad nueva, formada por mujeres y hombres soberanos de su destino, que pueda ofrecer un futuro próximo en mejores condiciones de ser vivida. Nos encontramos en una situación de excepcionalidad democrática necesitado de soluciones extraordinarias que ya no pasan solo por un cambio de gobierno, sino por un nuevo Estado y modelo de convivencia que, aquí y ahora, no puede resultar sino de la firme reivindicación por la alternativa republicana. Porque desde dentro del actual modelo no hay posibilidad de respuesta y regeneración democrática alguna.
• Una República como alternativa global a la realidad existente, donde la figura de la Jefatura del Estado será por elección popular, derecho del todo punto incompatible con una monarquía hereditaria, aunque serán sus principios y contenidos netamente transformadores los que deben realmente preocupar como seña de identidad diferencial de los distintos modelos y funcionamiento de las Repúblicas existentes.
• Una República incardinada en una nueva Europa con componentes de convergencia política, social, económica y fiscal en beneficio de los ciudadanos y solidaria entre países y personas. Una Unión Europea que precisa de un nuevo proceso constituyente que replantee de raíz su actual configuración y funcionamiento restituyendo la soberanía de los pueblos.

3.- La Alternativa Republicana

Principios que orientan la Alternativa

• La República es un modelo de Estado, que es mucho más que una forma de Gobierno, aunque también, caracterizado por unos principios, una Constitución, unas instituciones, un funcionamiento y una vinculación social entre sus componentes basado en los valores de Libertad, Igualdad y Fraternidad que representan lo mejor de los movimientos históricos más avanzados e ilustrados del pensamiento.
• El republicanismo, en tanto que movimiento de emancipación, igualdad social y democracia radical, no puede pretender, desde supuestos de izquierdas, ser una mera estructura jurídica o una organización social que no suponga elementos inequívocos de transformación en el modelo de Estado y de sociedad capaces de provocar un vuelco en el sistema actual de dominación, explotación y desigualdad.
• La República es un modelo y, como tal, aun respetándose los valores republicanos inherentes, posibilita Gobiernos y políticas de derechas, y Gobiernos y políticas de izquierdas. Por eso, la clase trabajadora debe entender que la República no comporta per-se la solución de todas las injusticias de tipo económico o democrático, ni de un proceso lineal idílico donde sus valores y contenidos transformadores sean irreversibles, ni tampoco resultados inmediatos deseados.
• Porque la República no significa que no siga existiendo una confrontación de intereses de clase sino que, además de las inercias del pasado, es la correlación de fuerzas existente en cada momento la que orienta sus contenidos y la aplicación de los valores republicanos. Por eso, cuando reivindicamos la República no se trata solo ni de un concepto ni de cómo traerla sino también cómo después defenderla y enriquecerla, por lo que resulta un punto clave conformar y consolidar una amplia mayoría transformadora, ciudadana, social y política por esta alternativa.
• En cualquier caso, la apuesta por la República es por el modelo que mejor conviene a los intereses de la mayoría al ofrecer un marco más idóneo donde poder exigir, consolidar y defender sus derechos para una sociedad más democrática. Un marco general de convivencia donde, además, pueda tener su mejor encaje el respeto de la identidad y aspiraciones políticas y sociales del Estado plurinacional.
• Porque hablar de República es hablar de “más democracia”, al poner la soberanía y participación de la ciudadanía como eje y referente principal de cualquier acción de Gobierno, del signo que sea, donde sus derechos y deberes estén constitucionalizados y exigibles por ley.
• Resulta así la República como un modelo de sociedad integrador y moralmente superior al de la monarquía al preservar la dignidad del ciudadano como tal, distinto de ser considerado súbdito de un monarca o de cualquier poder establecido, o simple consumidor de un mercado.
• Es por ello que la JER considera de suma importancia el momento fundacional de la República, que es donde queda fijado el marco constitucional de referencia y extensión de los valores republicanos. De ahí la importancia en la propuesta de la JER disponer en el Proceso Constituyente de la hegemonía necesaria para la construcción de una alternativa con contenido transformador por un cambio real.
• Porque la alternativa republicana que propugna la JER no es la de una República “neutra”, ni un simulacro de “monarquía republicana” ni de una “República coronada”, ni tampoco una “República del capital”, sino con principios claros de izquierda para establecer un nuevo contrato social y político basado en la radicalidad de una democracia social, económica y política, en los valores de libertad, igualdad y solidaridad, cultura, justicia y paz, y en un modelo económico basado en la planificación, propiedad de los medios de producción y reparto de la riqueza en beneficio de la mayoría.
• Porque si los medios de producción, la riqueza y su propiedad, cómo se genera y cómo se reparte, no se ponen en cuestión al servicio de las personas y la defensa del medio ambiente, priorizando el valor de lo público, la igualdad y la cohesión social, estaremos lejos de que la República suponga algo más que un cambio en las formas de Gobierno y en el conjunto de derechos ciudadanos, en lugar de un cambio real del modelo de Estado, de sociedad y en el papel del ciudadano en la res-publica.
• La República que propugna la JER no se limita a la forma en que se configura la Jefatura del Estado porque, siendo la desaparición de la monarquía condición inherente y estrictamente necesaria para establecerla, son sus valores y contenidos los componentes que le dan fundamento diferencial por lo que apostamos. La República no puede ser sólo un sentimiento, una nostalgia, ni sólo justificarse por la anti-monarquía, sino una alternativa global basada en sus contenidos transformadores.
• Para alcanzar esta propuesta, la JER considera imprescindible proclamar una ruptura con el modelo constitucional, institucional, legislativo y de funcionamiento salido de la transición, que está agotado, corrupto y sin capacidad de regeneración democrática, y por la construcción de un modelo institucional y económico republicano basado en una radical democracia política y social.

Contenidos básicos de la Alternativa

• La JER propugna una alternativa republicana de izquierdas cuyos contenidos responden a los principios mencionados y que podemos desarrollarlos mediante una serie de Ejes Programáticos básicos que actúen como elementos de referencia sobre los que construir y concretar la arquitectura constitucional y de funcionamiento de la República de libertad, igualdad, justicia y solidaridad que defendemos.
• Los DERECHOS HUMANOS, en base a la Declaración Universal y sus posteriores Pactos Internacionales y Convenios que los desarrollan, como eje transversal y mandato de referencia exigible en la construcción del nuevo ordenamiento jurídico y de toda acción de gobierno al servicio de las personas y los pueblos. Por una Administración de Justicia independiente, con separación real de poderes, sin zonas de impunidad y de desigualdad ante la ley; por una justicia universal; contra la xenofobia; por una sociedad de pleno empleo y protección social, estableciendo una renta básica como derecho universal de ciudadanía,…
• Un ESTADO FEDERAL donde partiendo de la igualdad de derechos y deberes, con solidaridad y cohesión social, apueste por la libre federación de los pueblos del Estado, defendiendo el derecho a decidir para los que así lo quieran ejercer, en el marco de una nueva Europa que precisa ser replanteada,...
• Un ESTADO LAICO en sus instituciones y en la sociedad que garantice el ejercicio de la libertad de conciencia de todos los individuos y la separación entre iglesias y Estado, con una educación pública, laica, universal, gratuita y de calidad, y una cultura al servicio de la inteligencia; contra la violencia machista; derecho de las mujeres a la interrupción voluntaria del embarazo; derecho a una muerte digna,...
• Una DEMOCRACIA RADICAL Y PARTICIPATIVA en lo político, social y económico, donde la ciudadanía disponga de cauces para su efectiva participación en lo público, en parcelas de gobierno y mecanismos de decisión y control que actualmente tiene sustraídos; la iniciativa popular, con referendos vinculantes; instrumentos de democracia directa, presupuestos participativos y revocación de cargos electos; sistema electoral estrictamente proporcional; control y acceso a los medios públicos de comunicación,...
• Un ESTADO SOLIDARIO Y POR LA PAZ, con una fiscalidad progresiva, contra el fraude fiscal y una equitativa distribución social de la riqueza para cubrir las necesidades básicas de lo público y de las capas más necesitadas. Una política exterior basada en la paz y la legalidad internacional para la resolución de conflictos y la cooperación entre los pueblos; desvinculación de la OTAN; modelo de seguridad y defensa basado en criterios civiles,...
• Una ECONOMÍA AL SERVICIO DE LAS PERSONAS, con defensa de lo público, excluyendo de su privatización los servicios de salud, educación, servicios sociales, pensiones, sectores estratégicos de la economía, como garantía de satisfacer derechos para todas las personas y el interés general; establecer una banca pública; derecho a la vivienda y a un trabajo de calidad, el reparto del tiempo de trabajo con protección contra el desempleo, permitiendo disfrutar de condiciones para una vida digna; defensa del medio ambiente. y desarrollo sostenible,…
• La ÉTICA Y LA RACIONALIDAD como criterio de funcionamiento y administración, eficacia, transparencia y sobriedad en lo público; un código ético de comportamiento del Cargo Público. Contra el consumismo desaforado; erradicación total y penada de todo tipo de corrupción como lacra inasumible en el modelo de sociedad que defendemos,...
• Muchos de estos contenidos y valores quedaron reflejados en la Constitución y en el desarrollo legislativo de la II República de 1931. Su legado, junto con otras realidades y nuevos derechos a considerar, son los que reclamamos para la República que queremos para nuestro país en este siglo XXI, en un modelo de convivencia de más calidad y mayor democracia, donde sea posible desarrollar contenidos, prácticas y derechos superadores de las injusticias y carencias del modelo actual.
• Estos Ejes Programáticos no son ni prioritarios unos sobre otros, ni un listado cerrado o excluyente de otros que también puedan contemplarse, ni tampoco con un contenido estanco entre ellos, sino puntos básicos que la JER propone a la sociedad sobre los cuales articular la concreción programática de la futura Constitución republicana a través de un debate abierto y plural entre todos aquellos interesados.
• En conclusión, los elementos que conforman la alternativa republicana de la JER se encuentran en la conjunción de los tres planos reseñados: la Ruptura con el modelo salido de la transición, los fundamentos de los Valores republicanos, y el desarrollo de los Ejes Programáticos, con sus contenidos en el sentido indicado, para una real y profunda regeneración democrática, hacia un cambio de modelo político, social, cultural y económico netamente superador del actual.
• Porque si tuviéramos que definir la República que defendemos, aunque solo fuera como lema, no limitativo ni exhaustivo de su contenido, sino como simple formulación, diríamos que la propuesta de la JER es la de una REPÚBLICA FEDERAL, LAICA, PARTICIPATIVA Y SOLIDARIA, con claro componente social y respeto a la identidad de los pueblos y su derecho a decidir.

4.- El proceso Constituyente

Principios básicos del proceso

• La JER entiende que el Proceso Constituyente hacia la República no tiene un inicio marcado en un momento temporal determinado, ni incluso a partir en que se proclame la República y/o se conforme la Asamblea Constituyente -tal como así se pudiera definir desde el constitucionalismo del mundo académico-. Aun siendo estos unos momentos clave, puesto que en ellos se encontrará conformada una determinada correlación de opciones políticas, la JER considera que el Proceso Constituyente es más bien un “proceso”, un continuo de acumulación de fuerzas, ciudadanas y políticas, imbricado en el cuerpo social desde el momento en que la necesidad de un cambio de modelo se ha abierto brecha en la ciudadanía. Y eso ya ha sucedido.
• Para la JER, por tanto, el Proceso Constituyente está formado por el conjunto de iniciativas, planteamientos, reflexiones, actividades y alianzas que, desarrolladas de forma dinámica, organizada y continuada en el tiempo, descentralizadas unas, centralizadas otras, tienen como objeto impulsar las condiciones políticas, sociales y ciudadanas que favorezcan -a través de los medios democráticos que procedan, institucionales, electorales, iniciativa popular-, un cambio del actual modelo de Estado por otro de carácter republicano que tomará cuerpo con la aprobación de una Constitución elaborada por una Asamblea Constituyente elegida al efecto, dando paso a un nuevo modelo y el final de este régimen.
• Nos encontramos, por tanto, con un Proceso Constituyente en marcha que, aun con sus retos, viene trabajándose desde distintos sectores sociales. La JER apuesta por impulsarlo en favor de la alternativa que defendemos, con el objetivo de poder lograr la proclamación de la República, a lo que seguirá la elaboración de una Constitución cuyo núcleo de contenidos y fuerzas que la apoyen no arrancarán desde cero sino que serán los que ya se habrán ido conformando durante el propio Proceso.
• Para ello, el Proceso Constituyente impulsado por la JER está basado en crear CONCIENCIA CÍVICA Y ARTICULACIÓN SOCIAL; elaborar CONTENIDOS PROGRAMÁTICOS; disponer de PODER CIUDADANO que combine la movilización social y lucha institucional; exigir el DERECHO A DECIDIR sobre la forma de Estado.
• Para desarrollar este Proceso, la JER considera imprescindibles la convergencia de dos ámbitos estratégicos constituyentes: disponer de PODER SOCIAL, entendido como suma de ciudadanía, presión reivindicativa y organización social a través de múltiples iniciativas y acciones; y disponer de PODER POLÍTICO, entendido como presencia y capacidad real en los órganos legislativos de gobierno de aquellas fuerzas políticas que apuesten por el cambio deseado. Para ambos ámbitos, la amplia participación ciudadana que tome en sus manos su soberanía es punto clave del Proceso Constituyente Republicano.
• La JER tiene también en cuenta que por causa de la coyuntura y de la correlación de fuerzas, del propio grado de madurez de la alternativa republicana y de los componentes que la sustenten, o por los retos nada sencillos que la misma deberá confrontar en su desarrollo, es del todo punto razonable contemplar un Proceso Constituyente que no tenga un desarrollo lineal progresivo en la consecución de sus objetivos sino a través de avances parciales, incluso inicialmente dentro de la legalidad actual, hasta poder adquirir un nivel que permita desembocar en la proclamación de la República.
• En todo caso, se desarrolle el Proceso Constituyente en un escenario más favorable a la propuesta JER o en otros que no lo puedan ser tanto, nuestra apuesta es clara en favor de potenciar los dos ámbitos de actuación -poder social y poder político- en el entendimiento que su desarrollo puede que no sea paralelo en el tiempo y en las formas, pero inexcusable que el poder social tiene que tener su traducción en poder político, y también al revés, siendo que la convergencia de ambos es lo que asegurará el necesario PODER CONSTITUYENTE CIUDADANO para traer la República.

Retos existentes

• El desarrollo del Proceso Constituyente Republicano está sujeto a importantes retos con los que deberá confrontar, unos de tipo externo al propio movimiento republicano, relacionados con la coyuntura y el propio régimen, y otros de tipo interno. La JER debe tener en cuenta las distintas situaciones existentes al momento de formular sus diferentes propuestas de acción.
• Así, constatamos que gran parte de la ciudadanía y fuerzas políticas y sociales necesarias para esta alternativa se encuentran inmersas con la prioridad y preocupación por los azotes de la crisis lo cual, junto con una cultura del pensamiento único y acrítico y con el individualismo y el desapego de la política, suponen aspectos que resultan menos favorecedores para sumar voluntades para el cambio. Esta situación cobra especial relevancia en determinados sectores cuya implicación a favor de la propuesta republicana, siendo completamente necesaria, es todavía manifiestamente insuficiente.
• Más aun cuando el bipartidismo continuista apuesta por mantener la monarquía aunque para ello tengan que blanquear sus aristas más significativas en los derechos de sucesión de la mujer en la Corona, la ley de “transparencia” de la Casa Real, una ley de la Corona para regular situaciones de abdicación, de protocolo, etc., con reformas constitucionales de bajo nivel que permitan entronizar la sucesión monárquica. Para la JER es claro que ni tales reformas, ni la abdicación del monarca ni la sucesión en el heredero son la necesaria alternativa sino la República.
• Pero también puede suceder que desde el propio régimen se pueda incluso impulsar un Proceso Constituyente de orientación republicana conservadora, originado por causas de la propia institución monárquica, o desde poderes fácticos que vean en ese giro su mal menor de supervivencia -y voces existen en esos sectores que apuestan por ello-, o por causa de una presión ciudadana fuerte y sostenida que fuerce al gobierno y a las fuerzas que lo sustentan a esta opción. De ahí la importancia y urgencia para la JER de impulsar los elementos estratégicos señalados para posicionar su mejor hegemonía en caso de darse esta situación.
• Además de los retos mencionados, como más significativos a tener en cuenta, existen otros que se manifiestan dentro del propio republicanismo, que deben ser motivo de reflexión para traducirlos en positivo. Así sucede con el republicanismo nostálgico de quedarse solo mirando al pasado; o el meramente simbólico en proclamas y signos externos sin propuestas que lo acompañe; o el republicanismo de salón, limitado en el compromiso y la acción organizada. O, también, el que fija su defensa y principal seña de identidad en la Jefatura de Estado, como si haciéndola electa y no hereditaria, o como si desapareciendo el Borbón, ya se alcanzara la República que deseamos, prestando reducida prioridad o atención, o meros pronunciamientos declarativos, en los contenidos de la propuesta republicana y en las alianzas que la deben traer y defenderla.
• Frente a todos estos retos, se encuentra la PUJANTE EFERVESCENCIA DE LA ACTIVIDAD Y EL SENTIMIENTO REPUBLICANO, con una creciente participación entre la juventud exigiendo elementos de radicalidad democrática; o la proliferación de actos e iniciativas por toda la geografía, la situación de degeneración y la imagen de la Casa Real, el monarca y la monarquía, con aparición de continuas críticas y el aumento de la opción por la República en encuestas. Además, la situación objetiva de crisis y recorte sobre capas cada vez más amplias de la sociedad es una oportunidad para visibilizar entre estos sectores la necesidad de un cambio de modelo, pudiendo incorporar a una ciudadanía cada vez más indignada y concienciada a tomar compromiso por un cambio.
• Es necesario, por tanto, que el movimiento republicano en general, y la propuesta republicana de la JER, dé un salto cualitativo y organizativo que nos posicione mejor frente a todos estos retos del Proceso Constituyente. Un salto que, formulándolo de manera simple, consistirían en transitar: del sentimiento republicano existente a la necesidad de la organización y la acción; de las meras proclamas y los conceptos a los contenidos programáticos; y de las múltiples iniciativas existentes a impulsar un potente poder constituyente ciudadano lo más unitario y arropado por un referente político-social de amplio espectro a favor de la alternativa republicana.
• Para traducir estos planteamientos en acción es punto fundamental identificar cuáles pueden ser elementos dinamizadores que permitan ilusionar a la ciudadanía para impulsar de forma efectiva este Proceso Constituyente Republicano, objetivamente necesario y urgente, a favor de la República, confrontando con los retos existentes en la actual coyuntura política y social.

Dinamizadores del Proceso

• Para construir el imprescindible poder constituyente ciudadano la JER articula su acción en base a una serie de elementos dinamizadores, entendidos como aquellas iniciativas o actitudes a tener en cuenta para alimentar los dos ámbitos estratégicos señalados -poder social y poder político- que permitan confrontar con los retos existentes para un mejor y más efectivo impulso y hegemonía en el Proceso Constituyente que propugnamos.
CONTRA LA IMPUNIDAD DEL FRANQUISMO, y denuncia de su ilegitimidad, por lo que supone de justicia para con sus víctimas, además de como palanca de ruptura con el modelo constitucional heredado, y de avance por la República.
DENUNCIA DE LA MONARQUÍA, como institución antidemocrática además de ilegítima, y del comportamiento del monarca y sus corruptelas en lo público.
RECHAZAR LA SUCESIÓN BORBÓNICA en el heredero de la Corona, organizando actividades específicas de denuncia contra esta antidemocrática situación con la que pretende legitimarse la monarquía que impide a la ciudadanía el derecho a decidir sobre la forma de Estado, que le fue hurtado en la transición y al 70% de la población actual que por edad no ha votado esta Constitución monárquica.
EXIGIR EL DERECHO A DECIDIR por parte de la ciudadanía sobre cualquier elemento constitucional, legislativo o de acción de gobierno que afecte a aspectos fundamentales de su soberanía, convivencia, derechos y deberes. Con mayor razón, en lo referente a decidir sobre el modelo de Estado, así como sobre la libre federación de los pueblos del Estado.
SEGUIR SUMANDO EL MOVIMIENTO REPUBLICANO A LA JER, ofreciendo a sus organizaciones y colectivos un marco plural de unidad de acción, reflexión y debate en favor de la República y por un Proceso Constituyente Republicano.
APOYAR LAS REIVINDICACIONES SOCIALES Y SINDICALES, elevando el carácter político de cada reivindicación y lucha sectorial para relacionarlas con la alternativa republicana como modelo en el cual la clase trabajadora dispondrá de un marco más idóneo para la defensa de sus derechos. Porque todo está conectado, con la República como aglutinante y la movilización ciudadana como factor imprescindible de la alternativa, siendo insuficientes los planteamientos parciales.
CONVERGENCIA CON LOS MOVIMIENTOS SOCIALES interesados con la alternativa con el fin de potenciar el poder constituyente ciudadano, enriqueciendo sus contenidos y propuestas de acción.
IMPLUSAR LOS ATENEOS REPUBLICANOS, coordinando y creando allí donde no existan, como lugares plurales de articulación social y de difusión y consolidación de cultura republicana.
CREAR JUNTAS LOCALES REPUBLICANAS, extendiendo la JER por toda la geografía, agrupando al movimiento republicano, colectivos y personas de cada entorno para hacer más efectiva la propuesta.
PARTICIPAR EN CAMPAÑAS DE SENSIBILIZACIÓN CIUDADANA, con acciones reivindicativas colectivas de protesta cívica y desobediencia civil, haciendo también uso garantista de la legalidad normativa o judicial vigente, sobre los temas que afecten a los derechos de ciudadanía y al incumplimiento de los poderes públicos del propio marco normativo existente, por la exigencia de reivindicaciones básicas de la alternativa,…
PRESENCIA DE LA JER EN TODO TIPO DE FOROS ciudadanos, sociales y políticos como forma de visualizar y difundir la alternativa, principalmente en aquellos que exista presencia de la juventud.
VISUALIZAR SEÑAS DE IDENTIDAD REPUBLICANA, conmemorando el 14 de abril y otras fechas significativas, potenciar la marea tricolor, …
REPUBLICANIZAR LA ACTUALIDAD, con una política de comunicación permanente de denuncia del régimen monárquico y a favor de la alternativa, utilizando las redes sociales y otros medios de difusión.
HACER PEDAGOGÍA REPUBLICANA en nuestra actividad ciudadana, en nuestra presencia pública, en nuestras comunicaciones, sobre los conceptos, valores y elementos republicanos de la alternativa.
ESTABLECER CONTACTO JER CON INSTITUCIONES, con el movimiento sindical, vecinal, los movimientos sociales, el mundo académico, de la docencia y la cultura, los medios de comunicación,… para presentar la propuesta, recabando alianzas y apoyo a la alternativa republicana en sus agendas.
RECABAR EL COMPROMISO DE PERSONALIDADES de relevancia pública y claro compromiso republicano por el referente social que ello suponga para dinamizar la alternativa.
ORGANIZAR ENCUENTROS DE REIVINDICACIÓN REPUBLICANA, con sectores de los indicados, en línea como el realizado con los Cargos Públicos, para favorecer su implicación con la alternativa, potenciando su coordinación, y ampliando el espectro de apoyo social.
ORGANIZAR FOROS DE DEBATE PROGRAMÁTICO, con amplia participación de representantes de distintos sectores y personas interesadas por la alternativa, donde avanzar en los contenidos constitucionales republicanos.
SUMAR MUNICIPIOS A LA CAUSA REPUBLICANA, impulsando la actuación de los cargos públicos y coordinando sus acciones para una mayor efectividad republicana en este nivel institucional tan cercano a la ciudadanía, potenciando la participación ciudadana en la gestión pública, en la toma de decisiones, por la transparencia de lo público, en el callejero municipal,…
PROMOVER ACTUACIONES INSTITUCIONALES coordinadas y con contenido republicano, en la fórmula de toma de posesión de los cargos públicos, en el laicismo en la educación y las instituciones, en defensa de las personas y lo público, en defensa de la memoria histórica,…
ARTICULAR PROPUESTAS DE CARÁCTER NETO REPUBLICANO que ofrecer en comicios electorales, a nivel central, autonómico o municipal, a las fuerzas políticas o candidaturas que se presenten y reclamen del republicanismo para su defensa en las instituciones.
ORGANIZAR CONSULTAS CIUDADANAS de amplio espectro y extensión geográfica, con un fuerte contenido republicano, que permitan elevar la implicación ciudadana a favor de la alternativa.
ORGANIZAR ACTOS LÚDICOS-REIVINDICATIVOS con un importante contenido mediático y de participación ciudadana en favor de la alternativa.
ORGANIZAR UN GRAN ACTO PÚBLICO de carácter estatal de reivindicación republicana y de impulso a un potente referente político-social por la alternativa que, realizado en el momento oportuno, suponga un hito irreversible de pronunciamiento ciudadano por la proclamación de la República.
• Los dinamizadores mencionados no son estancos entre sí, ni excluyentes unos de otros, ni unos está orientados a potenciar el poder social y otros al poder político, sino que todos son convergentes con todos y en fortalecer el Poder Constituyente Ciudadano como clave del Proceso que defendemos
• Además, junto a dinamizadores de los indicados susceptibles de traducirse en puntos concretos de acción, existen otros que deben tomarse como simples, pero importantes, referencia de actitudes o planteamientos conceptuales que deben recorrer e impregnar de forma general toda nuestra acción y discurso republicano, para confrontar con los retos existentes en la actual coyuntura política y social.
• Para favorecer el Proceso, la JER debe incorporar en su discurso determinadas REIVINDICACIONES que, consustanciales con nuestra alternativa, sintonicen fuertemente con preocupaciones de la ciudadanía -porque sean muy sentidas, concisas, entendibles y posibles de alcanzar a corto plazo-, generando una confianza de futuro que amplíe el espectro de voluntades dispuestas a movilizarse y apostar por otra política. Así, podrían considerarse: revertir las privatizaciones y las leyes de recortes en derechos y libertades; blindar constitucionalmente derechos sociales; moratoria y auditoría de la deuda externa con el impago de la que resulte ilegítima; transparencia en lo público; medidas radicales contra la corrupción; derecho a decidir en la participación ciudadana,...
• Cualquiera que sea la actividad, dinamizador o discurso, la JER mantendrá los planteamientos de esta Carta Programática posicionando la República como alternativa de carácter global y transversal para un cambio radical de modelo que ofrezca el marco más idóneo para satisfacer estas u otras reivindicaciones y los derechos de ciudadanía.
• Para impulsar de forma efectiva el Proceso Constituyente, se requiere de una Hoja de Ruta, entendida como plan de trabajo de la JER, donde se establezcan objetivos en distintos escenarios temporales, fijando la prioridad, contenidos y calendario concretos para su puesta en práctica. Este plan, por su propia naturaleza, no forma parte de esta Carta Programática sino como un documento separado al estar sujeto en cada momento a su continua evaluación y adecuación según las circunstancias lo requieran.